La sufrida victoria contra el Getafe evidenció que al Barcelona aun le falta para dominar los partidos de principio a fin, evidenció que al equipo le queda todavía mucho para jugar a como le gustaría Quique Setién y evidenció que, si en el ataque no están más acertados de lo que lo están siendo en los últimos partidos, el equipo es muy probable que se deje algún que otro punto si la defensa y el portero no están del todo inspirados.
Con el estilo de juego que quiere instalar Setién, las ocasiones que se generan tienen que ser finalizadas y si entran mucho mejor. De nada sirve si se hacen miles de pases buscando el mejor momento y buscando el mejor pase si luego se falla el disparo.
Pues a diferencia de como jugaba el equipo de Valverde en el Camp Nou, ahora el equipo es mucho menos directo, necesita más tiempo para llegar a portería, y eso se traduce en que ahora el Camp Nou ve menos goles, a excepción del partido de copa contra el Leganés, en todos los partidos en los que ya ha estado presente el entrenador de Cantabria, los azulgranas han ganado por solo un gol de diferencia y con marcadores bajos, de no más de dos goles por parte de los azulgranas.
Así que es necesario que los delanteros estén mucho más afinados sino se quiere que algún día se escapen puntos jugando en casa. Pues jugando, tal y como lo están haciendo, es muy seguro que al Barcelona le acaben metiendo algún que otro gol. Además, no siempre Ter Stegen va a poder sacar el balón justo en la línea de gol.
Ahora bien, al equipo se le ve mucho mejor, de cómo estaba con Valverde, con un mejor juego y dentro de los partidos desde el primer minuto hasta el pitido final, así pues a la que los delanteros vuelvan a estar inspirados, a la que a Messi le vuelvan a entrar los balones, el Camp Nou volverá a disfrutar de los partidos y esperemos que con unas diferencias en el marcador a favor del Barcelona más abultadas.